17.12.07

Caminando en círculos V

Hoy una persona me ha dicho "la humildad no te lleva a ninguna parte". Desearía poder hablar sin restricciones con ésa persona para aclarar que a mí lo que me falta es autoestima y no menos humildad. Sí, definitivamente estaría bien. El problema es que ciertas restricciones morales no me lo permiten, mi subconsciente me estaría martilleando durante toda la conversación (mierda de subconsciente, con perdón por el taco...)
Esta pequeña conversación que podría haber aportado por una vez en mi vida algo sustancial de otras personas ha acabado así...banalmente. El caso es que me ha recordado a otras muchas conversaciones que he tenido en mi vida que al menos han aportado algo a mi persona y a mi poca inteligencia. Hace meses una persona (otra persona) me dijo que la adversidad nos hace más fuertes. Ahora me pregunto qué es la adversidad...¿cuando no puedes hablar con alguien? a veces incluso puede que sea eso. Pero en todo caso las adversidades llegan a todas horas ¿por qué nos tendría que hacer más fuertes?
A veces pienso por qué no soy como los demás, quiero decir, todos somos diferentes, de eso no hay duda, pero hay gente "normal" y gente "distinta". Son conceptos abismales. Me pregunto si sería más feliz bebiendo los sábados, o teniendo miles de amigos en la agenda de mi móvil, que nunca enciendo por ése motivo (el contrario, quiero decir) ¿Y qué pasaría si tanto mi fuero interno como yo nos sintieramos "genial" tras suspender una asignatura que finalmente no te servirá de nada?
Es raro, pero hoy me han notificado mi primer suspenso oficial de verdadera importancia tras mi larga vida académica llena de notas muy buenas, buenas o algo mejorables. Hoy no podía montar escenitas, hoy no tenía a una compañera silenciosa a mi lado, ya que hoy tenía a otras personas al lado, que tienen justamente la culpa de que me escuezan los ojos de contener las lágrimas. En efecto me he puesto filosófica por un suspenso, pero estar en éste lado del juego me hace pensar. Es una sensación extraña...pero en realidad me siento más lúcida que nunca.
Estoy completamente loca, lo sé.
Pero entre asuntos de humildad, restricciones morales, suspensos, charlas banales, frases sueltas, conversaciones de hace miles de años...
Creo que siento algo dentro, como si en mi vida fuera a esperar un cambio (a parte de toda la navidad estudiando matemáticas)
Ni una gota de sudor, ni tres, ni cuatro, serían capaz de "demostrar" el esfuerzo que me cuesta incluso plasmarlo en un blog, donde cualquiera puede leerlo. Pero simplemente me da igual.
Es lo único que me da igual. Me gusta pensar y aburrir a la gente con mis pensamientos.
¿Qué me deparará el día de mañana?
¿Café o capuccino?

1 comentario:

Anónimo dijo...

El error sería pensar que eres como los demás. Hace poco dije, no sé si a ti o a otra persona, que cuando nos preguntamos qué pasaría si... estamos cayendo en una contradicción, porque de haber pasado, nos preguntaríamos justo lo contrario, qué pasaría si no... Si bebieras los sábados y te dejara indiferente un suspenso no escribirías tan bien. Escribir es vivir, es reconocer nuestro sufrimiento y compartirlo. Escribir es saber lo que se siente y si no se siente es imposible que se escriba. Y ahora perdona que son las 12 y 30 y a estas horas me pongo yo muy trascendental. Un abrazo fuerte y que conste que me sigues debiendo un café.